Uno de los problemas con los que me encuentro a diario en el centro es la flacidez en la menopausia.
La menopausia
Durante la menopausia se para la producción de hormonas y por ende, de estrógenos. Esta falta de estrógenos, que son los que han estado sujetando con firmeza nuestra piel durante años, provoca que la piel se debilite. Las proteínas sufren oxidación y las fibras colágenas y elásticas tienden a destensarse.
Pero este problema no es exclusivo de la piel, nuestros músculos también sufren flacidez según se van debilitando. Por tanto, luchar contra la flacidez en la menopausia no es solo cuestión de estética, también lo es de salud.
Si bien es cierto que estas alteraciones no son iguales en todas las mujeres, pues dependen de determinados factores como el tipo de piel o el estilo de vida, todas sufrimos en mayor o menor medida flacidez en la menopausia.
¿Como reacciona nuestro cuerpo en la menopausia?
Con la llegada de la menopausia el cuerpo experimenta diversas modificaciones y muchas de ellas afectan a nivel estético.
Con la desaceleración del metabolismo se produce una disminución de la masa magra y una acumulación de la grasa corporal. Según María José Alonso, dermatóloga del Hospital Torrecárdenas de Almería y miembro de la AEDV:
«Los estrógenos estimulan los depósitos de grasa en el cuerpo femenino, y durante el climaterio estos se redistribuyen, disminuyendo la grasa en zonas como el rostro, piernas, brazos y mamas, y aumentando a nivel abdominal, de nalgas y muslos.»
Estos son algunos de los síntomas que podemos observar en nuestra piel:
- La piel se deshidrata, pierde elasticidad y adquiere un aspecto seco y rugoso.
- Al perder elasticidad y grosor se vuelve más frágil por lo que es se lesiona con mayor facilidad y cicatriza peor.
- Aparecen manchas pigmentarias que se acentúan en las partes mas expuestas a la radiación solar.
- Al degradarse las fibras de colágeno y elastina aparecen más arrugas y más profundas.
- El tono de la piel es apagado y deja de ser uniforme.
Algunos consejos para frenar la flacidez en la menopausia
Aunque estos consejos son de carácter general, hay que ser más disciplinadas si queremos combatir la flacidez en la menopausia:
Hidrátate por dentro y por fuera. Ya sabes, a parte de utilizar cosméticos específicos hay que beber agua o infusiones con regularidad, al menos dos litros al día.
Por supuesto utiliza protección solar. La adecuada para tu piel y durante todo el año.
Actividad física. No tengo que decir los beneficios que supone realizar una rutina diaria.
Evita las toxinas: tabaco, alcohol, etc.
Cuidar alimentación. Es importante introducir alimentos con vitaminas A, C y E.
Haz tu limpieza facial cada noche. Haz clic AQUÍ para ver como la tienes que hacer según tu tipo de piel.
Entre los muchos productos que existen en el mercado, os voy a hablar de mi favorito para combatir la flacidez en la menopausia: el Sérum Matriciel de Biologique Recherché.
Sérum Matriciel de Biologique Recherché
El motivo principal es por que actúa contra todos los síntomas específicos de la flacidez en la menopausia.
Información de producto
El Sérum Matriciel es un concentrado reafirmante y remodelante para pieles con falta de tonicidad. Mejora la firmeza de la epidermis, refuerza la elasticidad de la piel, aporta suavidad e hidratación, previene el relajamiento de la matriz dérmica y afina el relieve cutáneo.
Esto es debido a una estudiada composición que actúa en todos los frentes.
Composición
- NMF (Natural Moist Factors o factor de hidratación natural): Son sustancias humectantes que evitan la evaporación excesiva del agua reteniendola en el estrato córneo mediante la aplicación de lípidos. Los componentes del NMF son: aminoácidos, lactatos, urea, ácido úrico, ácidos orgánicos y péptidos.
- Ácido hialurónico: es una molécula hidratante natural de la piel que sirve para transportar los nutrientes hasta las células de la piel. Retiene las moléculas del agua y aporta elasticidad, hidratación y atenúa las arrugas al reconstituir las fibras que sostienen el tejido cutáneo. Además, forma un film protector sobre la piel que previene la deshidratación protegiéndola contra los agentes atmosféricos.
- Extracto de seda: es una proteína constituida por aminoácidos que retienen el agua a nivel de la piel impidiendo así su deshidratación. Refuerza, protege y suaviza la epidermis.
- Jalea real: tiene propiedades antisépticas, bactericidas y regenerantes. Normaliza la secreción de las glándulas sebáceas, estimula el metabolismo de las células de la epidermis y contribuye a la síntesis de colágeno y elastina. Afina y suaviza el grano de la piel.
- Extracto de centeno: mejora la resistencia de las capas internas de la piel para hacer frente al paso del tiempo y a los efectos de la gravedad, restaurando su capacidad de sujeción. Retensa la piel desde el interior. Su efecto reafirmante es de larga duración.
- Extracto de cola de caballo: combate los radicales libres, actúa como desintoxicante y es excelente para la circulación. Regula el tono y aclara las manchas cutáneas. Eficaz en pieles grasas.
- Extracto de ortiga: mejora la circulación sanguínea y facilita la eliminación de líquidos y toxinas.
- Tetrapéptido: mejora la estructura cutánea potenciando la firmeza de la piel desde el interior.
- Extracto de ginseng: restaura el equilibrio fisiológico de la piel, aporta elasticidad, oxigena y rejuvenece la piel.
- Extracto de pulpa de baobab: tiene un efecto tensor inmediato y una acción hidratante, permite alisar las arrugas de expresión y restaurar el flujo hídrico de la piel.
Modo de aplicación
Aplicar a diario sobre las zonas específicas propensas a la aparición de flaccidez: cara interna de los brazos, cara interna de los muslos, pecho, abdomen, etc.
Evitar la exposición al sol inmediatamente después de la aplicación del producto.
Evitar también el contacto con las mucosas y los ojos.
No utilizar en niños.
Presentación:
100 ml.