Fotodepilación: Láser vs Luz pulsada.
Hoy hablamos de fotodepilación.
En muchas ocasiones me preguntan cuál es la diferencia entre depilación láser e IPL (luz pulsada intensa), cuál es más eficaz y segura. Voy a intentar despejar las dudas basándome en mi experiencia y en el criterio más aceptado por fabricantes y especialistas.
Partiendo de la base de que el término fotodepilación significa literalmente «depilación a través de la luz» y que tanto la luz pulsada como el láser basan su tecnología en emisiones lumínicas, estamos hablando de un mismo concepto.
Ambas tienen un mismo objetivo: acabar con el vello segura y eficazmente. Ahora bien, son dos tipos de luz diferentes, cuya forma de emitirse varía y cada una tiene características propias.
Por eso, decantarse por una u otra en lo que a efectividad se refiere es tarea imposible, ya que las dos son eficaces. El criterio más acertado a seguir va en función del tipo de piel y vello y de cómo evolucionen los resultados del tratamiento.
Para comprenderlo mejor, voy a procurar establecer las diferencias que hay entre ambas, pero antes es conveniente precisar que la «longitud de onda» es la banda del espectro electromagnético en la que emite cada equipo.
Cuanto mayor es esta longitud de onda, mayor es la penetración en la piel y menor en los cromóforos (melanina, agua y hemoglobina). Se mide en nanómetros.
Entre 600 y 1100 nanómetros la melanina es el cromóforo que mejor absorbe la luz.
Antes de los 600 nm y después de los 1100 nm, la luz es absorbida por la hemoglobina y el agua, lo que produce más dolor y molestias.
Diferencias principales:
Depilación láser.
Los equipos láser emiten un haz de luz brillante que se convierte en rayos paralelos; es una luz monocromática y controlable que al aplicarse sobre la piel actúa depositando una elevada cantidad de energía en un pigmento que absorbe la luz, este pigmento no es más que la melanina del vello.
En el preciso instante en el que la luz alcanza esta melanina, las células responsables de la generación del tallo piloso son destruidas por efecto del calor. Es una energía lumínica de alta precisión que es absorbida por la melanina sin que la luz incida sobre el tejido circundante.
Sin embargo, es precisamente esta exactitud su mayor inconveniente, ya que limita el rango de operatividad de cada láser a un tratamiento específico.
Existen en el mercado diferentes clases de láser:
- Rubí: Longitud de onda 694nm, luz roja. Pulsos más largos y de menor potencia. Indicado en fototipos cutáneos de I a III. Actualmente se puede decir que se ha quedado obsoleto.
- Alejandrita: Longitud de onda 755 nm. Eficaz para eliminar vello en zonas amplias. La nueva generación permite alargar el tiempo de duración de los pulsos y así eliminar vello más grueso y pieles más oscuras.
- Diodo: Longitud de onda entre 800 y 810 nm. Muy efectivo en la eliminación del vello masculino y poco empleado en tratamientos faciales al precisar de rasurado previo en la zona. La nueva generación multiplica su eficacia y posibilidades de aplicación.
- Neodimio-Yag: Longitud de onda 1.064 nm. Pulsos largos. Permite tratar fototipos oscuros. La nueva generación combina la emisión de Nd-Yag y Alejandrita, que permite elegir una emisión láser adecuada al tipo de vello independientemente del color de la piel.
Luz pulsada.
En los equipos de IPL, la luz es generada por una lámpara y se transmite de forma diferente a la luz láser. En este caso los fotones no se transmiten en línea recta, sino que se propagan en todas las direcciones.
La luz es policromada, lo que permite que se emita en diferentes longitudes de onda dentro de un rango que oscila entre los 950 y 1.200 nm. Es menos precisa que el láser pero resulta mucho más versátil al emitir en distintas longitudes de onda y permite tratar diferentes tipos de vello y piel.
Por lo tanto, no se trata de valorar que sistema de fotodepilación es más eficiente, sino que depende de diferentes factores:
- El grosor del vello.
- La concentración en la piel y la densidad en el folículo piloso de la melanina.
- La fase de crecimiento del vello.
- La profundidad del folículo piloso y la densidad folicular.
Otra de las preguntas que más suelen plantearme es sobre el efecto de permanencia de los tratamientos de fotodepilación.
Pues bien, esto va a depender en la mayoría de los casos de la zona a tratar y es porque el factor fundamental reside en la actividad hormonal. Aunque en general los tratamientos de fotodepilación pueden considerarse permanentes, según el Instituto Médico Láser las zonas que mejor responden a la fotodepilación son las ingles, región perianal, axilas, muslos, piernas y antebrazos; mientras que las que suelen requerir de repasos puntuales (espaciados en el tiempo) son la línea alba, el canalillo, las areolas, región lumbar, cara y cuello, al ser zonas hormonodependientes. En cualquier caso, los resultados serán de larga duración.
Una alternativa para la depilación definitiva en el rostro o como complemento a la fotodepilación es la depilación eléctrica.
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Gracias por la información, es muy completa y aclara dudas.
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